DECAMERON, UNA CREACIÓN LLEVADA
AL CINE
No es que sea algo nuevo, la diferencia que
ahora se presenta en este siglo moderno. Las personas, su ideología y
perspectiva suelen ser más abiertas
que antes. Es esencial con esto, decir que en la época medieval, la humanidad aún
mantenía una mente cerrada y rígida por las jerarquías. Las maneras de
expresarse eran acordes a la religión o a lo que lo que la burguesía imponía.
Una situación bastante triste y difícil, para los que buscaban expresarse a
como diese lugar. Pero… con la llegada del Renacimiento, este tipo de
situaciones fueron disipándose, dando pauta a una manera distinta de pensar, razonar y vivir.
Hablando
propiamente de la literatura, un arte consagrada a la palabra y manera de
expresar, que mediante ella el autor para el lector, impone perspectivas y
sentimientos en cada obra que estos crean. La literatura representa y se ha
quedado porque nos ha cambiado la manera de pensar y de ver las cosas.
Dicho
lo anterior, los grandes maestros y
padres de la literatura renacentistas, traspasaron las barreras de lo
convencional, impusieron un estilo distinto y la libertad de expresión quedaría
consignada, más adelante. Los grandes mentores que la aplicaron, han
trascendido, por desobedecer un orden o estatuto que la gente decía o pensaba
que estaba bien.
El Decamerón de
Giovanni Boccaccio, es un ejemplo. El autor representa la crudeza y realidad
que se vivía en la Italia del siglo XIV, con la llegada de la peste y una
crisis en aquel segmento de Europa; unos jóvenes afortunados huyendo de la
epidemia llegan al campo y comienzan una
serie de narraciones con temática satírica,
amorosa, de dinero y aspectos profanos; relatan dichas historias con el
objetivo de no aburrirse en aquel lugar, y hacer más amena su estancia.
Es
necesario mencionar que Boccaccio tomó con referencia un estilo narrativo poco
habitual la prosa; garantizando así la originalidad en la obra, dando una
frescura tanto a los personajes, como al desenvolvimiento de la historia que es
fácil de percibir.
Esta es la perspectiva de una obra literaria,
trascendente y reconocida ahora en nuestros tiempos. Pero ¿qué pasa con el
ahora?
Con la creación del cine, un arte revolucionario que hace
eco y lleva a la pantalla historias inmortales de grandes escritores, no ha
resultado difícil poder representar un sinfín de libros o historias, muchos
menos ahora. Es fácil suponer que El Decamerón ha sido propuesto para ser exhibida en cines.
Lo cual le da significancia al trabajo de Boccaccio (si la obra superase las
expectativas deseadas).
La realidad es que por más que se intente hacer una
representación más grafica de un libro, es bastante difícil poder superar el
escrito. No es un menosprecio al arte visual que expresa el cine; más bien es
una crítica personal y acertada hasta cierto punto.
No
hay problema alguno si un libro fuese llevado al cine, si al menos pudiera
mantener la línea correcta e ilación de la historia. Y lo peor de todo es que
en esta época de gloria, El Decamerón haya
sido tomado como una burla.
¿Por
qué digo todo esto? Hace poco me he enterado de una película llamada Virgin Territory, una terrible si no es
que pésima adaptación de El Decamerón, expuesta
en el 2008 contando con actores,
conocidos en el ámbito de Hollywood. Es verdad que la obra de Boccaccio era
distinta por las temáticas que abarcaba, pero el concepto que retoma la
película es vulgar, grotesco y de muy mal gusto. Hace parecer un juego la obra
del escritor italiano. Cualquiera que viese la película (la cual no
recomiendo), estaría de acuerdo que no tiene nada que ver con el contexto
verdadero que el autor representó.
Con
actuaciones pésimas de mal gusto, una comedia fuera de lugar, contenido erótico
como única atracción del filme, Virgin
Territoy resultó una completa ofensa para un gran escritor como lo que fue
Giovanni Boccaccio. Tristemente, teniendo todas las herramientas para realizar
una buena adaptación (que en realidad existen más), han creado una película sin
ningún fundamento sin ningún parecido a la obra y en la cual lo único
posiblemente rescatable son los escenarios donde se muestran paisajes italianos.
En
conclusión. El cine tiene tintes bastante buenos y crea magia con sus
historias. Pero es verdad que un libro igualmente lo hace, lo malo es cuando se
hace uso del poder del cine para crear una adaptación superficial y mala.
By. C.A
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